La cirugía de implantes de pantorrillas tiene como objetivo brindar una mejor imagen sobre la zona de los gemelos en las piernas.
Muchas personas consideran esta parte del cuerpo como una de las de mayor importancia, con las cuales pueden proyectar seguridad y una apariencia física saludable. Tener unas piernas bien torneadas en esta área, ayuda a la confianza en uno mismo.
En otros casos, esta cirugía de implantes permite corregir problemas de deformidad o disparidad entre una y otra pantorrilla. Ya sea por cuestiones genéticas o algún accidente sufrido en cualquier etapa de la vida. Esto genera incomodidad en las personas, pues con el simple hecho de mostrar un poco la parte afectada, haría que los demás notaran inmediatamente que no llevan una forma simétrica.
La cirugía no tiene un mínimo de edad. Son candidatas todas las personas que desean mejorar el aspecto de sus pantorrillas por las razones mencionadas al principio: mejorar estética derivada de problemas genéticos o accidentes.
Cada caso debe ser tratado de manera especial, así que el cirujano realizará un análisis para determinar el tamaño correcto de la pantorrilla en el paciente y el proceso que se va a seguir. También es probable que se realice un examen físico para estar completamente informados sobre la condición de la persona.
Los implantes utilizados están hechos de silicona de alta densidad además de ser blandos. A simple vista parece una bolsa transparente con la superficie lisa, pero su cubierta es altamente resistente a la vez que flexible, lo que le permite adecuarse a los movimientos que se presentan en las pantorrillas sin causar ningún tipo de molestia. Entre sus variaciones se encuentran los implantes anatómicos, los cuales son, en la mayoría de los casos, utilizados por hombres de forma que la musculatura logre destacar. O bien para quienes fueron operados durante la infancia por causa de pie equino.
Por su parte, el implante fusiforme es más delgado y se utiliza con frecuencia en mujeres. Hay otros de silicona que pueden personalizarse y son adecuados para los casos de deformidad ocasionada por otras operaciones o accidentes.
Entre las recomendaciones preparatorias antes de la cirugía, se puede mencionar que el paciente debe dejar de fumar semanas previas a la intervención, lo cual también incluirá la suspensión de algunos medicamentos.
Por su parte, las indicaciones más específicas dependerán de los estudios que se haya realizado el paciente y de la opinión del médico especialista.
El proceso quirúrgico dura entre una o dos horas. Se realizará un incisión de aproximadamente cuatro centímetros de largo en la parte posterior de la rodilla, específicamente en el hueco poplíteo, con el fin de crear una brecha por la cual se va a introducir el implante.
Mientras se realiza la introducción del mismo, se le acomodará para lograr el volumen deseado, así como la curvatura más natural posible. Al finalizar, se añadirán algunos puntos de sutura en las incisiones realizadas y luego se colocará un vendaje especial para que la posición del implante quede perfectamente fijo.