El paso del tiempo es inevitable, lo que tiene como consecuencia la aparición de ciertas marcas en nuestra cara, que indican el avance de nuestra edad. Las arrugas, específicamente, pueden ser para algunas personas un indicador de experiencia mientras que para otras les quita el atractivo facial. Un método eficiente para deshacerse de este problema es aplicar rellenos en el rostro.
Antes que nada, primero es conocer cómo aparecen las arrugas para así entender los rellenos que se utilizarán en combatir la afección. A grandes rasgos, hay dos tipos de arrugas. La primera categoría se conoce como “dinámicas”, mismas que se originan por la propia actividad de los músculos. Las contracciones y relajaciones en la zona van creando las llamadas líneas de expresión en la frente, alrededor de ojos, en el área ciliar, nariz y alrededor de la boca.
La segunda categoría, clasificada como arrugas “estáticas”, agrupa las que aparecen por un proceso natural de envejecimiento. Los componentes que dan elasticidad a la piel, colágeno y elastina se van perdiendo poco a poco incluyendo el que la regeneración celular no es tan rápida como en la juventud. Otros factores que intervienen en este tipo son la exposición al sol y la contaminación.
Antes de aplicar cualquiera de los rellenos, se lleva a cabo un diagnóstico al paciente con el fin de determinar cuál es el más adecuado por el tipo de arrugas que desea eliminar y en qué zonas surtirán un mejor efecto. Para deshacerse de las de tipo dinámicas, se utiliza la Toxina Botulínica tipo A, comercialmente conocida como botox. Esta permite que el músculo al que se aplica se relaje completamente, con lo cual las líneas de expresión se disminuyen considerablemente.
Para las arrugas del tipo estático, se aplica un relleno especial de ácido hialurónico, pues esta sustancia se produce por el organismo. Esto permite que se adapte de una forma natural a la piel y se restituya la propia pérdida, la cual se sufre con el paso de los años. Su función en el cuerpo es retener agua para aportar hidratación y dar volumen en las distintas regiones de la piel. Es así como al aplicar este relleno, se restablecen propiedades y capacidades del organismo para que las arrugas se eliminen.
El proceso de aplicación para cualquiera no es complicado. Para el botox, se recomienda aplicarlo luego de los 30 años de edad, puesto que es cuando las arrugas dinámicas son más notorias. El proceso es poco invasivo e indoloro, ya que se realizan microinyecciones de forma directa en el músculo que ha causado la aparición de estas.
El botox relajará por determinado tiempo el músculo para que su actividad no sea tan intensa. El resultado óptimo se vuelve notorio tras unos días. Cabe señalar que no se trata de una única aplicación ya que gradualmente se perderá el efecto y, tras alrededor de seis meses, es necesario reaplicar.
En el caso del relleno hialurónico, también se aplica mediante microinyecciones de forma directa en la piel. Debido a que se trata de un gel, también es posible moldear de nueva cuenta ciertos sectores del rostro para recuperar el volumen perdido por el paso del tiempo. Al tratarse de una sustancia que se absorbe y que se utiliza de forma natural justo como la producida por el organismo, su efecto es temporal y el paciente tendrá que someterse a una nueva aplicación después de varios meses.
Indistintamente, cualquiera de los procesos de relleno de arrugas no presenta complicaciones, se emplea poco tiempo y el paciente regresa a casa el mismo día, con la precaución de no realizar esfuerzos en el área del rostro hasta que las sustancias adquieran un estado adecuado.