No es un secreto que con el paso del tiempo la piel deja de tener el aspecto liso y suave que solía tener en la época de juventud, sobre todo aquella que se ubica en la cara, donde se forman líneas de expresión. Estos aspectos son combatidos por la frontoplastia, cirugía que se encarga de borrar las marcas de envejecimiento en la región de la frente y cejas.
La zona en la que la frontoplastia actúa recibe una fuerte carga muscular, la cual se va acumulando poco a poco y más tarde dan al rostro un aspecto de cansancio o signos que manifiestan mal humor. Sin embargo, en este procedimiento quirúrgico se lleva a cabo un estiramiento de la piel que permite devolver a esta zona una apariencia que simule menos edad.
Auque la mayoría de candidatos a este proceso rebasan cierta edad, en ocasiones en personas más jóvenes estas arrugas en la frente y zona ciliar se presentan de forma notoria, sobre todo por someterse de forma constante a situaciones de estrés o por tener una actividad gesticular intensa. A la larga esto puede causar baja autoestima por el aspecto de vejez en alguien que desea vivir en plenitud.
Al someterse a una frontoplastia, el paciente verá una corrección de suavidad en su frente, además de eliminar las líneas de expresión que se forman en este punto de la cara.
La intervención quirúrgica puede ocurrir de dos maneras y en ninguna de ellas habrá rastros visibles. La primera se realiza de forma que las incisiones vayan de oreja a oreja siguiendo un patrón lo más pegado posible a la línea del cabello. Mientras que la segunda requiere de un endoscopio, con el cual se realizan incisiones muy cortas para que este instrumento logre pasar.
Tiene la ventaja de que mediante un monitor de video, el cirujano puede ver en todo momento la musculatura y tejidos que están bajo esta área.
El objetivo principal es que, por debajo de la piel, se debiliten los músculos que llevan hacia abajo las cejas. Esto por medio de pequeños cortes en estos tejidos para luego dar una nueva posición a las cejas, que quedarán fijada con suturas, las cuales también quedan bajo la piel.
Una vez que la intervención termina, todas las incisiones se cerrarán con suturas, las cuales permanecerán durante diez días en el paciente, regularmente, aunque este tiempo depende de la opinión del cirujano que lleve a cabo la intervención quirúrgica.
A pesar de que cualquier abertura haya quedado cerrada, es necesario que el paciente cuide mucho la higiene en el cuero cabelludo durante las dos semanas siguientes a la operación, aunque en los primeros dos o tres días, no será posible lavarse el cabello debido a los vendajes que le son colocados. Con esto se evitan infecciones y además se ayuda a que la cicatrización se realice de la forma adecuada.
En caso de ver caída de cabello, no hay por qué alarmarse debido a que es también parte del proceso y tras determinado tiempo, dependiendo también de cada persona, este problema cesará.
El médico le indicará por cuánto tiempo hay que suspender estas actividades, dependiendo de su respuesta al procedimiento quirúrgico. Y, tras un periodo de alrededor de un mes, los resultados de la frontoplastia serán notorios.